domingo, 22 de junio de 2008

No puedo quejarme

Estoy con pocos amigos y los que hay
suelen estar lejos y me ha quedado
un regusto que tengo al alcance de la mano
como un arma de fuego. La usaré para nobles
empresas: derrotar al enemigo– salud
y suerte–, hablar humildemente
de estas posibilidades amenazantes.

Espero que el rencor no intercepte
el perdón, el aire
lejano de los afectos que preciso: que el rigor
no se convierta en el vidrio de los muertos; tengo
curiosidad por saber qué cosas dirán de mí; después
de mi muerte; cuáles serán tus versiones del amor, de estas
afinidades tan desencontradas,
porque mis amigos suelen ser como las señales
de mi vida, una suerte trágica, dándome
todo lo que no está. Prematuramente, con un pie
en cada labio de esta grieta que se abre
a los pies de mi gloria: saludo a todos, me tapo
la nariz y me dejo tragar por el abismo.

Paco Urondo

2 comentarios:

Estebaan ^^ dijo...

Asi es, una epoca para olvidar (por mas que no esté en mi memoria). Por suerte tenemos al Palito Ortega Montonero, el gran Bombita Rodriguez, para salvar al pais de la oligarquía terrateniente y combatirla con un brazo armado peronista.

Jajajaj un abrazo che!

Mariano Suarez Vidal dijo...

armas para el pueblo!!!
erp!!!!!!!!!!!